- La nutrición de zinc es de especial importancia práctica en bebés y niños. La mala absorción de zinc causa deficiencia de zinc que conduce a una amplia gama de consecuencias, como alopecia, diarrea, lesiones cutáneas, trastornos del gusto, pérdida de apetito, función inmune deteriorada, cambios neuropsiquiátricos y retraso del crecimiento, lo que potencialmente amenaza la vida en bebés y niños.
- Además de la deficiencia de zinc en la dieta, la deficiencia de zinc hereditaria, que rara vez ocurre, se encuentra durante la etapa infantil y la primera infancia.
- Estudios genéticos moleculares recientes han identificado genes responsables de dos trastornos hereditarios por deficiencia de zinc, la acrodermatitis enteropática (AE) y la deficiencia transitoria de zinc neonatal (TNZD), aclarando los mecanismos patológicos.
- Ambas deficiencias de zinc son causadas por mutaciones de transportadores de zinc, aunque los mecanismos son completamente diferentes. AE es un trastorno autosómico recesivo causado por mutaciones del Gen ZIP4 , lo que resulta en una absorción defectuosa de zinc en el intestino delgado. Por el contrario, TNZD es un trastorno causado por mutaciones en el gen ZnT2 , lo que da como resultado un bajo nivel de leche materna en zinc en la madre, causando deficiencia de zinc en el lactante.
- En ambos casos, los síntomas de deficiencia de zinc mejoran con un suplemento de zinc oral diario para los pacientes.
- El zinc es definitivamente uno de los factores clave para el crecimiento saludable de bebés y niños, y por lo tanto, la nutrición de zinc debe recibir mucha atención.
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