La osteoporosis es la disminución de la fortaleza del hueso, cuando éste comienza a perder las propiedades que lo hacen resistente. Desaparece el contenido mineral de calcio, se debilita la estructura y afectan otras de sus características primordiales, lo cual predispone a que haya mayor riesgo de fracturas por fragilidad, que son las que realmente ponen de manifiesto esta enfermedad.

Por lo general es una enfermedad silenciosa, hasta que no aparecen las fracturas. Si se mira una cronología, las primeras fracturas en aparecer pueden ser las del antebrazo discal, es decir, la de la muñeca, que surge cuando la gente se tropieza, se cae y pone su mano como escudo para protegerse.

Estas fracturas comienzan a aparecer hacia los 60 o 65 años de edad e incluso un poco antes. Las fracturas de las vértebras de la columna son muy frecuentes al presentarse como aplastamiento de una o varias vértebras que generan dolor crónico, inestabilidad de columna, acentuación de escoliosis y xifosis con acortamiento de talla entre otras complicaciones con discapacitación progresiva.

Otra de las fracturas más importantes, por todo lo que conllevan en términos de consecuencias y padecimientos, son las de la cadera, que se producen en las personas mayores que ya están enfermas y, por lo tanto, requieren hospitalización y cirugía. Son las que generan la mayor tasa de complicaciones.

Cada 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, con el fin de hacer un llamado de atención para luchar contra este trastorno óseo que hace que los huesos se vuelvan débiles, frágiles y se fracturen con facilidad.  

El diagnóstico de la osteoporosis

Según las estadísticas, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres padecen de osteoporosis. Partiendo de que es una enfermedad silenciosa, el diagnóstico tiene dos elementos. Por un lado, el clínico, que alude a los factores de riesgo. El primero de ellos es ser mujer y el segundo la edad. Entre más edad se tenga, más probabilidades hay de contraer osteoporosis.

El tercer factor de riesgo tiene que ver con la mujer y se relaciona con una deficiencia de estrógenos. El más conocido de ellos es la menopausia. Por eso, la osteoporosis más común es en la posmenopáusica, sobre todo en mujeres que la tienen a muy temprana edad. Esta osteoporosis se manifiesta, ya que por esta causa se tendrá menos años bajo la protección de los estrógenos.

También se consideran a las enfermedades autoinmunes, así como los tratamientos a largo plazo con medicamentos inmunosupresores como los corticoides como otros factores de riesgo.

Medición de la densidad del hueso con la Densitometía ósea

Cuando el médico ve a un paciente e identifica y analiza todos los factores de riesgo, decide pedirle un examen, llamado Densitometría ósea, que permitirá evaluar cómo está la masa ósea y si hay un riesgo aumentado de fracturas.

Y quizás se pregunten: ¿la disminución ósea nos va a llegar a todos?  Aquí hay un gran factor genético que influye en cómo vamos a llegar a esta masa ósea. Un aspecto a resaltar para manejarlo es la prevención.

Cuando se llega a la edad de 25 o 30 años, es la de mayor ganancia en masa ósea, es como si tuviéramos el capital en nuestra cuenta bancaria. A partir de ahí, se comienza a perder, y llega cierto punto en la vida de la mujer, por ejemplo, que es la época de la menopausia, en la que esa carencia se acelera. Puede ocurrir generalmente entre los 5 y 10 años después de la menopausia.

Entonces, aquí hay un aspecto muy importante y es el de tener un buen capital a partir del cual la mujer seguirá perdiendo, pero entre más y mejor pico de masa ósea tenga, mejor llegará en el momento de la menopausia y menor pérdida ósea posterior.

Así funciona la Densitometría ósea

Es un examen muy sencillo y amable, que se hace con un equipo especial llamado densitómetro. Contiene dos elementos básicos: una camilla grande, donde se acuesta el paciente, y un brazo extenso que contiene un equipo de rayos X.

Lo que se hace es tomar una imagen de los sitios esqueléticos más importantes: la columna, la cadera y en ocasiones, el antebrazo. Se va a tomar una imagen muy parecida a la radiografía. Aquí se medirá lo que se llama la densidad mineral del hueso, o el contenido mineral, que tiene una correlación directa con la fortaleza del hueso y da una idea sobre el riesgo o no de fractura.

Esto le permitirá al médico determinar qué paciente va a necesitar un tratamiento farmacológico. Por ejemplo, toda mujer mayor de 65 años y todo hombre mayor de 70 años, deberían hacerse una densitometría. Este examen se debe realizar antes si la persona tiene otros factores de riesgo o ha tenido enfermedades que puedan producir debilidad ósea. 

Cómo prevenir la osteoporosis

La prevención debe comenzar desde la infancia. Las dos cosas más importantes para esto son la nutrición, con una dieta rica en calcio, y el ejercicio. Esto es algo que debemos hacer a lo largo de nuestra vida.

La osteoporosis es una enfermedad inherente al proceso de envejecimiento que se puede tratar y prevenir.

El hueso se va adquiriendo y ganado a lo largo de la infancia y el momento de la vida en el que vamos a aumentar nuestra masa ósea es en la época de la pubertad. Por eso es muy importante que en la nutrición de los niños y de los jóvenes haya lácteos y una dieta rica en calcio.

– Calcio

La ingesta de calcio dietético (lácteos y/o derivados lácteos) debe ser ingerida fraccionada en las tres comidas al día, práctica de consumo muy infrecuente lo que conlleva a sugerir la suplementación de calcio. En el caso de los niños menores de 12 años cuando en una de las comidas no exista alimentos ricos en calcio entonces se debería suplementar con suspensiones de calcio (ejemplo Kidcal) con dosis de acuerdo con las recomendaciones médicas. Para adolescentes, adultos y adultos mayores la suplementación de calcio es muy importante cada vez que alguno de sus tres alimentos diarios no sea rico en calcio. En estos casos la suplementación adecuada sería con Citrato de Calcio (ejemplo Calcibone D).

– Vitamina D

Junto al calcio dietético o suplementario, la vitamina D es elemental para la formación del hueso debido a que aumenta la absorción de calcio además de efectuar una adecuada mineralización del hueso. Actualmente no es recomendable recibir el sol para adquirir esta vitamina por los riesgos sobre la salud de la piel, siendo lo más recomendable la suplementación de ésta vitamina. En caso de los niños menores de 12 años se cuenta actualmente con Vitamina D gotas (ejemplo Farma D gotas) y para adolescentes, adultos y adultos mayores se cuenta con cápsulas con variedad de dosis según el requerimiento (ejemplo Farma D 1000, 2000, 5000 UI).

– Otras estrategias de prevención

Simultáneamente se debe continuar con otras importantes estrategias de prevención, básicamente ejercicio y evitar los malos hábitos. 

El ejercicio es fundamental para mantener la salud cardiovascular y mental, así como para preservar nuestra fuerza muscular y mantener el equilibrio y la salud ósea.

Además del ejercicio cardiovascular recurrente, como caminar o hacer aeróbicos 150 minutos a la semana, se debe igualmente hacer ejercicio de fortalecimiento de la masa muscular para mantenerla en forma adecuada. Resulta que el hueso no está solo, sino acompañado de los músculos, ya que hay una conexión directa entre ambos. Si se mantienen músculos sanos, se tendrán huesos sanos también.

Otro componente del ejercicio, que ayuda mucho y es significativo para personas mayores, son los de propiocepción o de equilibrio, que ayudarán a evitar las caídas. Obviamente, al mantener nuestra masa muscular a tono, también se evitan las caídas, que son unas de las principales fuentes de fracturas por fragilidad.

También es muy importante evitar el consumo de alcohol y tabaco. Esto es fundamental para que el organismo pueda absorber adecuadamente el calcio.

Es importante decir que la osteoporosis es una enfermedad lenta, de evolución crónica, por lo cual los tratamientos van a ser largos y su duración dependerá de las características del paciente y del tipo de enfermedad que tenga.