Durante las diferentes etapas de desarrollo del feto intervienen múltiples factores (orgánicos, genéticos, ambientales, nutricionales, etc) que pueden tener una influencia decisiva en la correcta formación del futuro recién nacido.
En ese sentido, el consumo de vitaminas y minerales esenciales por parte de la madre no solo fortalece su sistema inmune y la prepara para la lactancia, también interviene de forma directa en la salud del bebé.
Para asegurar que el cuerpo de la madre adquiera todos los nutrientes que necesita a veces es necesario recurrir a la suplementación durante el embarazo. Sin embargo, se trata de una medida que debe ser recomendada por personal médico especializado. De esta forma se asegura que madre y bebé obtengan las dosis adecuadas de los nutrientes que necesitan.
¿Qué debe tener una buena suplementación durante el embarazo?
Durante el embarazo es indispensable que la madre incluya las dosis adecuadas de nutrientes para ella y su bebé. Las dosis recomendadas se basan en estándares sugeridos por instituciones como la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, estas cantidades pueden variar dependiendo de las necesidades y condición de salud de la madre y el bebé, por lo que solo el médico tratante puede hacer recomendaciones exactas.
Algunos de los nutrientes indispensables son:
- Ácido fólico: el ácido fólico es esencial para la formación del tubo neural del feto, que se convierte en el cerebro y la médula espinal. La dosis de consumo recomendada es de 0.4 mg (400 ug) diarios.
- Hierro: el hierro es necesario para la formación de glóbulos rojos en la sangre del feto y para el transporte de oxígeno alrededor del cuerpo. La dosis recomendada por la Organización Mundial de la Salud es de 30 – 60 mg de hierro elemental diarios. Esta dosis es variable ya que algunas guías internacionales hablan de hasta 100 mg diarios.
- Calcio: el calcio es necesario para la formación del sistema ósea del feto (huesos y dientes). La OMS recomienda 1200 mg diarios.
- Yodo: el yodo es necesario para la producción de hormonas tiroideas, que son importantes para el desarrollo cerebral y el crecimiento del feto. Se recomienda el consumo de 0,2 mg diarios en mujeres embarazadas.
Beneficios de la suplementación durante el embarazo
Salud fetal
La suplementación adecuada ayuda a asegurar el desarrollo saludable del feto. Los nutrientes como el ácido fólico, hierro, calcio y yodo son especialmente importantes para el crecimiento del bebé.
Reducción de riesgos de complicaciones
Una suplementación adecuada y supervisada por un especialista puede reducir los riesgos de parto prematuro, bajo peso al nacer, anemia, preeclampsia y/o defectos de nacimiento.
Bienestar materno
Los nutrientes esenciales como el hierro y el calcio pueden ayudar a prevenir la fatiga, la depresión y otros síntomas que pueden ser comunes durante el embarazo. La combinación de una dieta bien balanceada y una suplementación adecuada ayuda a promover la salud emocional y física de la madre.
Lactancia
El uso de suplementos durante el embarazo también puede ayudar a garantizar que la madre tenga los nutrientes necesarios para producir leche materna de calidad. Los nutrientes como el hierro, calcio y zinc son especialmente importantes para la producción de leche materna.
Recuperación postparto
El consumo de nutrientes esenciales a través de la suplementación, combinados con una buena alimentación pueden ayudar a agilizar el proceso de recuperación de la madre, así como a aumentar la energía y la resistencia física.
Fuentes
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