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La deficiencia de zinc en los niños y sus implicaciones

Deficiencia de zinc y sus consecuencias en el desarrollo infantil

Para que los órganos, tejidos, huesos y sistema inmune puedan desarrollarse sanos y fuertes requieren de varios tipos de nutrientes, como las vitaminas y minerales. Entre estos últimos se encuentra el zinc, un componente esencial para el adecuado crecimiento durante la niñez.

La deficiencia de zinc en los niños puede tener consecuencias en su desarrollo físico y cognitivo, además de debilitar su sistema inmune, haciéndolos más susceptibles a contraer enfermedades.

Una dieta balanceada y el uso de suplementación bajo supervisión médica ayudan a obtener las dosis de zinc necesarias para el desarrollo del niño.

¿Qué es el zinc y por qué es importante en el desarrollo infantil?

El zinc es un mineral que está en todas las células del cuerpo. Es indispensable para la creación de material genético (ADN), la síntesis de proteínas y la regeneración de tejido celular.

Durante la gestación, el zinc es uno de los componentes esenciales para el desarrollo y crecimiento del feto. En la infancia, el zinc sigue siendo un aliado del desarrollo físico y cognitivo del niño, pero además tiene un papel fundamental en el fortalecimiento del sistema inmunitario, las uñas, el cabello, la piel y en la síntesis de proteínas, grasas y carbohidratos, lo que lo convierte en un componente clave del proceso metabólico.

Lo anterior nos da una pista de lo importante que es el zinc en la población infantil, ya que no solo está en proceso de crecimiento sino que también necesita desarrollar un sistema inmune fuerte ante las enfermedades infecciosas.

Para saber si el niño está obteniendo todo el zinc que necesita es necesario hacer un chequeo médico.

Consecuencias de la deficiencia de zinc en la niñez

La principal consecuencia de la falta de zinc en los niños es un deterioro del crecimiento. Se trata de una respuesta del organismo para compensar la falta de este nutriente y reducir así la demanda del mismo.

Por otro lado, el déficit de zinc puede producir una reducción del apetito, que se traduce en una disminución del peso del niño. También se puede presentar retraso en la maduración sexual y alteraciones en el sistema inmune, lo que hace que el niño sea más propenso a las enfermedades.

La cicatrización de las heridas es más lenta, ya que el zinc es uno de los componentes responsables de la reparación de tejidos.

Las manchas blancas en las uñas, la aparición de lesiones en la piel, la caída del cabello, la diarrea y la pérdida progresiva del olfato y el gusto son otras de las consecuencias de la falta de zinc.

Alimentos con zinc

Entre los alimentos que más zinc aportan al organismo se encuentran:

  • Carnes rojas
  • Pescados
  • Mariscos
  • Pollo
  • Cereales fortificados con zinc
  • Semillas y legumbres
  • Huevos
  • Leche
  • Queso
  • Cereales integrales
  • Frutos secos

El consumo de proteínas y de vitamina C favorecen la absorción del zinc, por lo que incluirlos en la dieta regular será de gran ayuda para ayudar a que el organismo obtenga los nutrientes que necesita.

La mejor forma de obtener zinc es con una dieta variada y balanceada. Sin embargo, los suplementos con zinc pueden ser de gran ayuda en caso de que se requiera suplir el déficit de este mineral. Consulte a su médico sobre la suplementación más adecuada para consumo infantil en caso de que sea necesario, ya que el exceso de zinc también puede tener implicaciones para la salud.

Fuentes:

https://www.healthychildren.org

https://www.intramed.net

https://ods.od.nih.gov

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