Nuestro cuerpo requiere de diversos nutrientes para tener un sistema inmune fortalecido, y uno de los más importantes es la vitamina D. Además de desempeñar un papel fundamental en la salud ósea, esta vitamina también parece tener un papel crucial en la prevención y manejo de enfermedades respiratorias, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Una de las particularidades de la vitamina D es que nuestro organismo la puede producir de forma natural cuando la piel se expone a la luz solar. Sin embargo, dado los riesgos asociados a la exposición solar prolongada, lo ideal es obtenerla a través de ciertos alimentos y de la suplementación supervisada.
El vínculo entre la vitamina D y las enfermedades respiratorias
La relación entre la vitamina D y las enfermedades respiratorias ha sido objeto de numerosos estudios. Se ha observado que las personas con deficiencia de vitamina D tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias como asma o EPOC, y la razón detrás de esto parece estar en las propiedades inmunomoduladoras de la vitamina D.
Cuando nuestro organismo tiene niveles óptimos de vitamina D, fortalece su sistema inmunológico y mejora la respuesta del sistema respiratorio frente a los agentes patógenos. Al activar y regular las células del sistema inmunológico,la vitamina D contribuye a reducir la inflamación y mejora la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones respiratorias.
Además, se ha observado que la vitamina D puede ayudar a disminuir la gravedad y la duración de los síntomas respiratorios en aquellos que ya han contraído una enfermedad, como es el caso de quienes padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Se trata de una condición común en fumadores y caracterizada por la dificultad para respirar, causada por la obstrucción de las vías respiratorias y que incluye otros síntomas como sibilancias y producción de moco ..
Se ha encontrado que los pacientes con EPOC avanzada tienen una deficiencia de vitamina D entre el 33% y el 77% en comparación con pacientes fumadores sin EPOC. Y aunque no aún no está claro el mecanismo de acción de la vitamina D en la mejora de la obstrucción pulmonar crónica, se sabe que esta vitamina es capaz de “regular la actividad de las células inmunitarias, mejorar la fuerza de los músculos de las vías respiratorias y modular las respuestas inflamatorias”, tal y como se afirma en una revisión de los efectos de la vitamina D en enfermedades respiratorias comunes, publicada en el Journal of research in pharmacy practice en 2016.
En esa misma investigación se señala un ensayo clínico que muestra que “la deficiencia de vitamina D afecta la función pulmonar; aumenta la hiperreactividad de las vías respiratorias y puede disminuir la respuesta a los glucocorticoides”. Los glucocorticoides son medicamentos caracterizados por sus funciones antialérgicas, inmunosupresoras y antiinflamatorias, lo que significa que un déficit de vitamina D puede afectar la efectividad de algunos tratamientos para enfermedades respiratorias basados en este tipo de fármacos.
Vitamina D, un aliado indispensable para la salud
Aunque aún falta mucho camino por recorrer para entender el papel de la vitamina en las enfermedades respiratorias, lo que sí está claro es que más allá de su conocido papel en la salud ósea (ayuda a fijar el calcio en los huesos), la vitamina D también contribuye a fortalecer el sistema inmunitario y a combatir la inflamación. Esto no solo es beneficioso en el campo de las enfermedades respiratorias, sino que abre la puerta para estudiar sus efectos beneficiosos en otras condiciones médicas.
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