Como es muy bien conocido, durante el embarazo se producen una serie de cambios fisiológicos, adicionales a los síntomas comunes, como: náuseas, balonamiento, estreñimiento, entre otros. A todos hay que prestarles atención y cuidado, para que la etapa gestante sea lo más tranquila, feliz y saludable posible.
Lo primero que se debe tomar en cuenta durante el embarazo, es adecuar los aportes energéticos de vitaminas y minerales, como: calcio, hierro, ácido fólico, entre otros.
Mantener una alimentación y estilo de vida tranquila y saludable, pero en ocasiones la dieta no cubre las necesidades propias del embarazo y se debe recurrir a suplementos vitamínicos que suministren las cantidades necesarias.
Adicional a la ingesta de suplementos vitamínicos, minerales, hierro y calcio, mantener la actividad física es ideal para lograr un embarazo ideal, siempre que el especialista de salud lo permita.
A lo largo del embarazo, el médico tratante tomará la tensión arterial al tiempo que evaluará el crecimiento y el desarrollo del bebé, también varios análisis de sangre y de orina, ecografía y exploraciones del cuello uterino.
Hipertensión en el embarazo
La hipertensión arterial es un problema de salud frecuente que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y los riñones, sobre todo durante el embarazo, ya que la mujer se encuentra en mayor riesgo.
Si la madre no ingiere una alimentación balanceada y/o suplementación óptima, se verán seriamente disminuidos los nutrientes, cuando por el contrario deben aumentar dichos requerimientos debido a que serán absorbidos por el bebé.
Dichas carencias generadas por baja ingesta y alto requerimiento conllevan a que se presenten complicaciones a futuro.
Varios estudios han demostrado que aumentar la ingesta de calcio hace que disminuya la presión arterial. También aumentar la ingesta de este mineral tiene efectos muy beneficiosos en los desenlaces del embarazo.
Tipos de hipertensión en el embarazo
- Hipertensión gestacional: Comienza después de la semana 20 de embarazo. Generalmente no presenta síntomas y en muchos casos, no le hace daño a la embarazada ni al bebé. Ésta desaparece durante las 12 semanas siguientes al parto, pero puede que aumente el riesgo de presentar hipertensión en el futuro.
- Hipertensión crónica: Comienza antes de la semana 20 del embarazo o incluso antes de quedar embarazada. A veces, la hipertensión crónica también puede terminar en pre-eclampsia.
- Pre-eclampsia: Comienza generalmente en el último trimestre. Es un aumento repentino de la presión arterial después de la semana 20 de embarazo. Ésta representa un riesgo muy alto de complicaciones durante la gestación como parto prematuro e inclusive muerte tanto para la madre como para el bebé. En algunos casos, los síntomas pueden aparecer después del parto. Esto se llama pre-eclampsia postparto.
La alimentación durante el embarazo
Durante la etapa de gestación, lo ideal es consumir alrededor de 300 calorías diarias más con un adecuado y saludable consumo de vitaminas y minerales que contribuirá al buen crecimiento y desarrollo del bebé.
Algunos alimentos a considerar:
- Carne magra
- Frutas
- Verduras
- Pan integral
- Lácteos con un bajo contenido de grasas.
Con la adecuada alimentación será más probable que se adquieran los nutrientes necesarios, pero a su vez se deben incluir otros esenciales (como el calcio, el hierro y el ácido fólico).
En el tercer trimestre del embarazo, se necesita una mayor cantidad de calcio, porque en esta etapa el esqueleto del feto está en formación y éste tiene una participación importante en múltiples funciones biológicas tales como: la contracción muscular, la excitabilidad neuromuscular, permeabilidad de las membranas celulares, en la coagulación y en la fisiopatología de la hipertensión esencial y de la inducida por la gestación.
Calcio para controlar la hipertensión en el embarazo
El calcio es el mineral fundamental e imprescindible en el embarazo, ya que éste está relacionado directamente con la patología hipertensiva, por lo que resulta importante evaluar con atención la necesidad de mantener los requerimientos adecuados de calcio, sobre todo en etapa gestacional.
Existen algunos suplementos de calcio, como el Calcibón natal Forte. Éste suplemento una vez al día complementa los requerimientos esenciales en la nutrición de la gestante incluyendo el calcio, mayores dosis deben ser indicados por un especialista de la salud.
Adicional a los suplementos se pueden consumir alimentos y bebidas en cantidades necesarias de calcio para que durante el embarazo sea controlada la hipertensión.
¿Cómo saber si tienes déficit de calcio?
Al ser el calcio un mineral muy importante para la función muscular, ósea, actividad cardiaca, actividad cerebral, regulación de la coagulación se hace indispensable su presencia en sangre de manera constante. Por lo tanto, no ser ingerido el cuerpo lo extrae temporalmente de los huesos gracias a una hormona llamada Paratohormona y así evitar consecuencias graves inmediatas.
Al persistir la baja ingesta de calcio cada vez se van debilitando los huesos. Si la hormona Paratohormona disminuyera por alguna enfermad de la glándula que la produce (Paratiroides) entonces si habría una deficiencia marcada de calcio en la sangre con consecuentes síntomas que afectan severamente la salud.
Estos síntomas pueden ser agudos como: hormigueos, calambres musculares con rigidez, un ritmo cardíaco anormal, palpitaciones, convulsiones y deterioro cerebral. Las manifestaciones crónicas de la insuficiente ingesta de calcio serán predominantemente la descalcificación ósea, es decir, osteoporosis, además de uñas quebradizas, caída de cabello, dientes defectuosos.
Por todo esto es que el calcio es un mineral fundamental para el organismo desde el nacimiento del ser humano y tenerlo en cuenta con mayor consideración si se está gestando o se está pensando quedar embarazada.
¿Qué provoca la deficiencia de calcio en el embarazo?
La deficiencia de este mineral por baja ingesta o suplementación específicamente durante el embarazo, está relacionada con la pre-eclampsia, que es una enfermedad arterial generalizada y caracterizada por la presencia de hipertensión arterial, pérdida de proteínas en orina, retención de líquidos con aumento de peso, a partir de las 20 semanas de gestación. En el Perú, su incidencia es del 10% y causa el 22% de las muertes maternas.
La pre-eclampsia representa una complicación aproximadamente en el 10% de los embarazos en todo el mundo, siendo ésta y la eclampsia la principal causa de morbimortalidad materna y perinatal.
La utilización de suplementos o preparados que contengan calcio puede disminuir la incidencia de esta patología además del parto prematuro. La pre-eclampsia también puede provocar daños en algunos órganos, como el hígado o los riñones, ésta puede ser grave e incluso poner en riesgo la vida tanto de la madre como la del bebé.
La hipertensión inducida por el embarazo es un factor de riesgo, aunque esta enfermedad es relativamente común, su causa es desconocida. Sin embargo, nuevos estudios científicos señalan que el calcio tiene un rol importante en la regulación de la presión arterial durante la gestación.
¿Qué alimentos como fuente de calcio que se deben incluir en la rutina alimentaria?
- Lácteos: Leche, yogurt natural descremado, queso amarillo, queso ricota semi-descremado, yogurt con frutas, leche (entera, descremada, semi-descremada)
- Frutos secos: almendras, avellanas, castañas, nueces, cacahuetes (maní) y legumbres secas.
- Semillas: Sésamo o ajonjolí, girasol y calabaza.
Conclusión
Para mantener una vida saludable, antes, durante y hasta después del embarazo, es indispensable lo siguiente:
- Una alimentación balanceada y nutritiva, con énfasis en los alimentos ricos en calcio fraccionadamente durante el día y de no ser posible entonces acudir a la suplementación con Citrato de calcio y demás micronutrientes esenciales como alternativa para evitar y reducir la pre-eclampsia – eclampsia, parto prematuro durante el embarazo.
- Evitar el sedentarismo realizando algunas actividades físicas.
- Dedicar las horas adecuadas para un buen descanso.
- Evitar el estrés y la ansiedad.
- Evitar alimentos dañinos, tabaquismo y alcohol.
- Chequear la presión arterial las veces que sean necesarias.
- Evaluar la ingesta o suplementación de calcio con una constante atención médica que disminuirá la posibilidad de presentar inconvenientes, durante el embarazo y el parto.
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