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Anemia en niños

La anemia en los niños y cómo encarar sus consecuencias

Una persona anémica es aquella que tiene una menor cantidad de glóbulos rojos de lo normal. Los glóbulos rojos (también llamados eritrocitos) contienen hemoglobina, proteína que da a la sangre su color rojo y es responsable de llevar oxígeno desde los pulmones al resto del organismo. El cuerpo necesita hierro para producirla, por lo que sin una cantidad suficiente de este mineral se producen menos glóbulos rojos, y por ende menos hemoglobina, lo cual provoca la anemia.

Usualmente la anemia mejora con un tratamiento con suplementos de hierro y una alimentación adecuada.​ No es posible corregir una anemia por deficiencia de hierro/deficiencia de hierro únicamente con una alimentación adecuada, ya que la biodisponibilidad es variable entre los alimentos.

Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos, las tres causas principales de anemia son: pérdida de sangre, no producir glóbulos rojos y destrucción de éstos a gran velocidad. Algunas causas que pueden ser motivo de anemia son los períodos menstruales abundantes, embarazo, úlceras, pólipos o cáncer de colon, trastornos hereditarios, dieta que no contiene o es insuficiente en hierro, ácido fólico y vitamina B 12, entre otros.

Se diagnostica generalmente a través de un examen físico y de sangre y el tratamiento indicado para superarla dependerá del tipo de anemia que se sufra.

Con este marco de referencia, nos adentraremos en el tema que nos ocupa: la anemia infantil, que ocasiona en quienes la padecen diversos problemas de salud a los que hay que ponerles atención de inmediato.

Tenga presente

Aproximadamente, un 50 por ciento de los niños menores de 3 años padece anemia infantil, una enfermedad que generalmente se trata con una dieta destinada a aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como la carne, y a aumentar su absorción combinándola con frutas ricas en vitamina C, necesaria para que el hierro se absorba mejor, asociada a un suplemento de hierro, siendo la ingesta de esta última de manera tan temprana como los 30 días de nacido, en aquellos niños con bajo peso al nacer o prematuros.

La anemia puede causar que el niño luzca pálido y se sienta irritable, cansado o débil. Aunque estos síntomas son preocupantes, es por lo general fácil de tratar, especialmente si se detecta temprano. Lo que sí es imperativo es que los padres estén enterados de las medidas que pueden tomar para prevenirla y así atajar su aparición.

Debido a que el crecimiento rápido que se experimenta durante la etapa de la infancia requiere mayor cantidad de hierro, ésta sea  probablemente una causa de la enfermedad, por ello es sumamente importante el llevar un control periódico de los niveles de hemoglobina durante los primeros 36 meses de vida, así como en la pre adolescencia

La Academia Americana de Pediatras (AAP, por sus siglas en inglés), destaca otro tipo de anemia, diferente a la anemia por deficiencia de hierro, en la cual los glóbulos rojos pierden su morfología normal (circular), para adoptar una forma de hoz o media luna. Estos glóbulos rojos deformes tienden a la rigidez enlenteciendo el flujo sanguíneo. Si bien el tratamiento puede ayudar, esta condición no tiene cura. El tratamiento incluye medicamentos, transfusiones de sangre y, con menos frecuencia, trasplante de médula ósea.

Otro condicionante de la anemia infantil y juvenil, es cuando se pierden glóbulos rojos por sangrado (hemorragia). Esto puede deberse a una menstruación abundante o a una pérdida lenta de sangre a largo plazo, quizá en las heces, entre otros trastornos.

La anemia por deficiencia del hierro y por otros nutrientes puede prevenirse asegurándose que el niño consuma una dieta equilibrada. Converse con su médico en los casos de restricciones alimentarias en el hogar, ya que el niño podría requerir suplementos nutricionales para prevenir la anemia. 

Investigaciones recientes han revelado la estrecha relación existente entre las cifras de hemoglobina y el hierro en el adecuado funcionamiento del cerebro de los niños.

El hierro es necesario para que se den las conexiones neuronales, así como para el funcionamiento de los neurotransmisores (sustancias químicas que se encuentran en el cerebro y permiten la transmisión de la información y actividad eléctrica).

En el caso de los niños que padecen anemia por deficiencia de hierro, esta alteración o deficiencia provoca bajo rendimiento intelectual, dificultades de aprendizaje, disminución en su desempeño cognitivo y, en consecuencia, fracaso escolar.

Por otra parte, los niños que tienen anemia se muestran menos afectuosos y menos adaptados al medio, entre otros trastornos de conducta.

Como hemos visto, existen muchas formas de anemia, cada una con su propia causa. Puede ser temporal o prolongada y variar de leve a grave. En la mayoría de los casos, tiene más de una causa.

La mayoría de las células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos, se producen regularmente en la médula ósea, un material esponjoso que se encuentra dentro de las cavidades de muchos de los huesos grandes. Para producir hemoglobina y glóbulos rojos, el cuerpo necesita también, además de hierro, vitamina B-12, ácido fólico y otros nutrientes presentes en los alimentos que hay que consumir, entre ellos, pescado, carnes rojas, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos.

Síntomas

Los signos y síntomas de la anemia varían de acuerdo al origen y la gravedad de la misma. También es posible, según las causas, que sea asintomática; es decir, que haya carencia de síntomas.

 Especialistas de la Clínica Mayo establecen que los signos y síntomas, si se presentan, podrían incluir:

  • Fatiga
  • Debilidad
  • Piel pálida o amarillenta
  • Latidos del corazón irregulares
  • Dificultad para respirar
  • Mareos o aturdimiento
  • Dolor en el pecho
  • Manos y pies fríos
  • Dolores de cabeza

Aunque al principio de su aparición la anemia puede ser tan leve que no se note, hay que hacer notar que los síntomas empeoran a medida que se agrava la enfermedad.

Cuándo consultar al médico

Aunque estar fatigado no es sinónimo de anemia,se recomienda consultar a un especialista cuando alguien se sienta agotado o cansado, sobre todo sino existen razones aparentes para ello.

Cuando van a donar sangre, algunas personas se enteran de que su hemoglobina es baja, es decir, que tienen anemia. Si ese es su caso y le informan que no puede donar sangre porque posee un nivel de hemoglobina bajo, lo recomendable es pedir una cita con su médico para despejar la causa de ésta.

Alimentos para prevenir la anemia en niños

Existen varios alimentos ricos en hierro para pueden ayudarlo a prevenir la anemia.

  • Cereales para el desayuno: En especial los fortificados con hierro. 100 g contienen 6,7 mg. También son ricos en otros nutrientes, como vitaminas del complejo B, ácido fólico y vitamina C.
  • Lentejas: Contienen aproximadamente 7 mg de hierro por cada 100 g, pero también son ricas en ácido fólico, potasio y magnesio, un mineral indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso. 
  • Avena: Uno de los cereales que más hierro aporta a la dieta. 100 g  contiene 4,7 mg de hierro, aproximadamente el 60% de las necesidades diarias de este mineral. Además contiene yodo, fósforo y vitaminas del complejo B, ideales para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y cerebral de los niños.
  • Espinacas: Tienen 4,1 mg por cada 100 g de hierro, así como también la mitad de la vitamina C y el 80% de la provitamina A que necesita un niño al día.
  • Levadura de cerveza: La que se utiliza en la elaboración de pizzas, panes y bollos, es una buena fuente de hierro, se estima que tiene unos 20 mg por cada 100 g.
  • Pistachos:  Los frutos secos, y en especial los pistachos, aportan unos 7,3 mg de hierro por cada 100 g0, a la vez que contienen algunos oligoelementos que facilitan la absorción de este mineral. También ofrecen una buena dosis de potasio, magnesio, fósforo y calcio.
  • Almejas: Unos 100 g pueden contener hasta 28 mg de este mineral, lo que supone un 155% de la recomendación diaria. Esta misma cantidad de almejas proporciona el 37% de la vitamina C recomendada y el 1,6% de la vitamina B12 que deben consumir los niños a diario. Además, son un alimento rico en proteínas.
  • Hígado: Unos 100 g de hígado contienen entre 5 y 13 mg de hierro, a la vez que es una excelente fuente de proteínas, vitaminas del grupo B y vitamina A.
  • Carne de ternera: Se estima que cada 100 g contiene unos 3 mg de hierro de fácil absorción. Además, la carne de ternera, y la roja en general, es una fuente importante de nutrientes como el fósforo o las vitaminas del complejo B, así como de proteínas que participan en la formación y crecimiento de los músculos.
  • Chocolate negro. Una delicia alimentaria. Cada 100 g contiene unos 4,4 mg de este mineral. También rico en vitamina A, potasio, magnesio y antioxidantes que contribuyen a combatir los radicales libres, responsables de numerosas enfermedades.

Recuerde que si tiene el diagnóstico de anemia por deficiencia de hierro o deficiencia de hierro, la alimentación por sí sola no logrará combatirla. Consulte con su médico sobre la mejor terapia para su niño(a).

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