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Probióticos - Farmakonsuma

Los probióticos: Eficaces contra la diarrea en niños

El proceso digestivo inicia en el esófago, entra en el estómago y luego pasa al intestino delgado, donde las enzimas descomponen los nutrientes. Después atraviesa la pared intestinal y entra en la circulación sanguínea. Los nutrientes, que no se han descompuesto completamente, se evacuan a través del colon.

La función principal del colon es absorber agua de los residuos y convertirlos en materia semisólida, que son las heces. Al mismo tiempo, el colon puede reintroducir el agua necesaria para mantener la hidratación adecuada de esas heces.

Cuando los niños o bebés tienen episodios de diarreas, su aparato digestivo está infectado por un virus, u otro microbio, que destruye las microvellosidades presentes en el intestino delgado. Así se difunde más agua hacia el bolo, que acelera el tránsito intestinal e impide que las enzimas descompongan los nutrientes. Una vez llegan al colon, sin haber sido suficientemente digeridos, el bolo provoca una entrada excesiva de agua en el colon haciendo que las heces sean aún más líquidas.

Es decir, la diarrea es un cambio en las evacuaciones intestinales que causa heces más blandas de lo normal. Esto se puede generarse por un virus u otro microorganismo patógeno.

¿Cómo solucionarlas?

Los probióticos pueden ayudar a regular el tránsito intestinal ya que estas bacterias beneficiosas tienen la capacidad concreta de luchar contra los virus y otros microbios que generan la enfermedad diarreica, además de favorecer el crecimiento de las microvellosidades en el intestino delgado.

De esta forma, se ralentiza el tránsito intestinal, los nutrientes se descomponen adecuadamente, el mecanismo hídrico en el colon se equilibra y las heces dejan de ser líquidas.

Los simbióticos mejoran la digestión

Los simbióticos son productos que contienen a la vez probióticos y prebióticos, que favorecen el crecimiento de las bacterias intestinales beneficiosas.

Los probióticos constituyen la microbiota o también llamada flora intestinal y son unos gérmenes que trabajan para el ser humano. Su función, estando en la cantidad y en el lugar adecuado, consiguen contrarrestar a los microorganismos patógenos y contribuyen a las mejoras inmunológicas y metabólicas.

En cuanto a los prebióticos, son diferentes a los probióticos. En este caso hablamos de sustancias que no se pueden digerir y lo que hacen es ayudar al propio intestino a fabricar y alimentar a las bacterias saludables para el organismo.

Los prebióticos son principalmente carbohidratos que no pueden ser digeridos por el intestino delgado y son fermentados por la microbiota del colon. De esta forma, favorecen la proliferación de bacterias intestinales como las bifidobacterias y los lactobacilos.

 

¿Los probióticos son realmente útiles?

Los probióticos han demostrado su eficacia en el tratamiento de las diarreas agudas y las que están asociadas a antibióticos, a la intolerancia a la lactosa y a la prevención de la intercolitis necrotizante del prematuro (enfermedad intestinal grave). Tanto es así, que no sólo es uno de los principales tratamientos recomendados para afrontar la diarrea, sino también para prevenirla, ya que esta infección gastrointestinal es muy frecuente.

Por ejemplo, Saccharomyces boulardii (S. boulardii) es un tipo de probiótico. Se trata de una levadura que en realidad es una cepa de Saccharomyces cerevisiae. Los organismos “amigables” como éste, pueden ayudar a combatir los organismos “malos”, que pueden causar enfermedades. Este probiótico es utilizado para tratar y prevenir la diarrea, incluida la que se produce por rotavirus en los niños, entre otras condiciones.

Los probióticos con mayor evidencia científica son los Lactobacilos , Bifidobacterias y S. boulardii tanto para tratamiento de las diarreas como para prevenirlas cuando se producen por la ingesta de antibióticos. Los Prebióticos son carbohidratos no absorbibles que promueven el crecimiento y desarrollo de los probióticos saludables para optimizar más el buen funcionamiento además de potenciar el sistema inmunológico.

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