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Reflujo

El reflujo, un trastorno que no se debe ignorar

El reflujo gastroesofágico es un problema bastante común en la población adulta, aunque puede afectar a cualquier edad, incluida los lactantes.

Se trata de la vuelta del contenido del estómago hacia el esófago. Previamente ese contenido ha pasado desde el esófago al estómago y refluye, es decir, que vuelve hacia atrás, va a contracorriente hacia el esófago desde el estómago otra vez.

En el caso de que esto ocurra dos o más veces por semana, se denomina Enfermedad por reflujo gastroesofágico, una enfermedad crónica, intermitente, de intensidad variable, en el que habrá ocasiones en las que será más intensa la sintomatología.

Causas 

Esto se debe a una incompetencia del esfínter esofágico inferior, músculo circular que está entre el esófago y el estómago y que ejerce de válvula, es decir, se relaja cuando tiene que pasar alimento, y se empieza la digestión, se contrae. Si este músculo es incompetente ocasiona el reflujo, devolviendo el contenido del estómago al esófago.

Este esfínter se vuelve incompetente porque hay una pérdida generalizada de su tono muscular o por una relajación inapropiada durante el día de este tono.

Factores de riesgo

Existen varios factores:

  • Aumento de presión abdominal en general: Puede ser por la obesidad, el embarazo, por el tipo de ropa (fajas o cinturones que estén muy apretados).
  • Hernia de hiato: Está asociado al síntoma de reflujo en un 10% de las ocasiones.
  • Tabaco y alcohol: Aumentan esta posibilidad del reflujo.
  • Alimentos ricos en grasa, bebidas como el café y el té, que pueden disminuir el tono del esfínter esofágico inferior.
  • Bebidas carbonatadas y el chocolate.
  • Los medicamentos también pueden afectar a esta contracción del esfínter, por ejemplo, los antihistamínicos, antidepresivos y progesteronas (hormonas femeninas), entre otros.

Los síntomas más comunes

El más frecuente es la pirosis, que significa acidez a nivel del estómago o a nivel de la zona del pecho, reflejado como ardor o quemazón, que puede ir con o sin regurgitación.

También puede haber síntomas de tipo digestivo como el hipo, los eructos y las náuseas.

El descanso nocturno, es decir, estar en decúbito supino, tumbado boca arriba, favorece el reflujo gastroesofágico por la misma posición horizontal en la que se está.

En el caso de complicaciones, el reflujo puede llegar a causar dolor o dificultad al tragar. Esto normalmente se produce cuando empieza a haber una esofagitis (inflamación del esógafo) como consecuencia del paso del contenido ácido del estómago hacia el esófago.

Recomendaciones a tener en cuenta

  • Evitar las comidas copiosas, sobre todo, aquellas que son grasas; el consumo de alcohol, café y el tabaco.
  • Es fundamental el ejercicio físico regular, unos 20-30 minutos de ejercicio aeróbico cada día, evitando obesidad.
  • Esperar como mínimo una hora o más antes de irse a dormir después de haber cenado.
  • Dormir de lado, no boca arriba, porque es más fácil que haya reflujo.
  • Por último, cuando duerma, se recomienda elevar la cabecera de la cama unos 30 a 50 centímetros.

Los antiácidos se utilizan para el control rápido de los síntomas, tiene efectos de poca duración y es sólo de uso temporal a muy corto plazo (no mayor a una semana). En algunos casos se emplean medicamentos más antiguos como los antagonistas del h2 (ranitidina) que deben ser usados por un corto periodo de tiempo por los efectos adversos que podrían ocasionar.

Actualmente la suspensión en gel de Alginato es una estrategia segura para controlar el reflujo en la mayoría de los casos debido a su mecanismo de acción local a nivel gástrico. El Alginato al tener contacto con el ácido clorhídrico gástrico forma un gel flotante con duración entre 4 a 5 horas evitando el reflujo mecánico desde el estómago al esófago.

La Suspensión de Alginato tiene alta eficacia y seguridad en el manejo del reflujo gastroesofágico demostrado desde bebés prematuros hasta adultos mayores, incluida la población gestante.

No obstante, para más información y diagnóstico del reflujo gastroesofágico debe consultar con su médico.

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